El conocimiento es el que tenemos, alcanzado a lo largo de siglos de existencia de la raza humana, y sin darle la espalda a los millones de años que tiene la naturaleza que nos rodea, y que tan sabiamente nos ha enseñado. Aun falta mucho por aprender pero el nivel de conocimiento actual, sumado al conocimiento del pasado que algunos quieren dejar en el olvido por “antiguo” u obsoleto, nos proporcionan una colosal base para desarrollar nuestro pensamiento.

La información hoy en día es infinita. El  conocimiento está ahí, disponible a traves de todos los medios que la tecnología nos ha brindado para poder acceder a ellos en tiempo real.

Las ideas son las que mueven el mundo. Son las que me hacen creer lo que hago. No podemos plantear nuestros trabajos sin pensar lo que implican ciertas acciones.

Actualmente estamos acostumbrados a ver grandes obras de muchas viviendas con una o mas gruas, equipos de elecación de palets, hormigoneras… trasladando modernos sistemas prefabricados o armaduras, basados todos ellos en la tecnología del hormigón…la escala de las obras nos supera.

En la mayoría de los casos esta tecnología ha servido para dar pie a la política de urbanización masiva de los últimos 60 años, que sabemos que es insostenible, que se está aplicando en los paises en desarrollo, sin control, y por lo tanto facilmente descartable en un decalogo sobre buenas prácticas de bioconstrucción.

Entonces ¿Cómo planteamos nuestros proyectos? La elección de los materiales, los sistemas constructivos, la integración en el entorno que nos rodea, la eficiencia energética, son factores cruciales para una construcción racional, creada y realizada para afrontar los retos de la nueva época en la que nos adentramos.

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